Todo el mundo sabe que los pulpos tienen ocho tentáculos cubiertos de ventosas. Pero, sabías que todos los pulpos tienen veneno?

  1. Se comen los tentáculos cuando están asustados

En comparación con los pulpos que viven en percebes, los pulpos que viven en condiciones más espartanas están muy estresados, según un estudio. Algunos incluso recurren a un comportamiento ansioso conocido como autofagia y se comen sus propios tentáculos.

  1. Son venenosas

Se cree que todos los pulpos tienen veneno, que procede de bacterias que viven en el interior de los animales. La mayoría no tiene suficiente veneno para dañar a los humanos. Pero una mordedura de un pequeño pulpo de capa azul puede paralizar a un adulto en minutos.

  1. Utilizan herramientas

Sí, al igual que los chimpancés, los delfines y los cuervos, los pulpos forman parte de un grupo especial de animales inteligentes que han sido vistos utilizando herramientas. En 2009, los científicos informaron de que habían observado que los pulpos recogían cáscaras de coco desechadas y las utilizaban como viviendas móviles.

  1. Pueden abrir botellas

Bueno, al menos una hembra de pulpo gigante del Pacífico llamada Billy puede. Los biólogos del Acuario de Seattle pusieron a Billie a prueba su fuerza y su habilidad para abrir botellas. El astuto cefalópodo fue capaz de desbloquear la parte superior y acceder a un bocadillo en 5 minutos. Tal vez no sea sorprendente para una criatura conocida por abrir las conchas de las almejas y otros moluscos obstinados sin un cuchillo.

  1. Son maestros del camuflaje

Los pulpos pueden cambiar el color de todo su cuerpo en tan sólo tres décimas de segundo. Pero la criatura no se limita a adoptar el patrón general de su entorno. En cambio, suele imitar objetos subacuáticos concretos, como plantas o rocas que desaparecen en los paisajes submarinos

  1. Viven rápido y mueren jóvenes

A pesar de sus increíbles habilidades, los pulpos tienen una vida corta que suele durar sólo unos pocos años. Algunas especies caen muertas después de seis meses.

  1. Sus ventosas son fuertes, pero también muy sensibles

Las ventosas hechas por el hombre palidecen en comparación con las naturales que cubren la parte inferior de los tentáculos del pulpo. Los pulpos normales tienen unas 240 ventosas en cada extremidad, y los particularmente grandes pueden soportar hasta 15 libras. Las ventosas también son extremadamente sensibles: pueden captar sutiles señales químicas y moverse individualmente, incluso doblarse por la mitad con un gesto de pellizco.

  1. Son juguetones

Es cierto que los humanos tienden a proyectar sus propias cualidades sobre el resto del mundo animal. Pero las historias de los acuarios y los laboratorios de biología sugieren que los pulpos son muy curiosos y necesitan estimulación. Incluso pueden participar en lo que los humanos llaman «juego». Un científico citado en «¡Pulpo!» cuenta la historia de un espécimen que empuja una botella de plástico una y otra vez a la corriente de agua que fluye en su acuario, como si estuviera jugando con un globo bajo el agua.