Cada día, aproximadamente ocho millones de toneladas de desechos llegan al océano, y el 80 por ciento de la contaminación marina proviene de fuentes terrestres. Estas asombrosas estadísticas causan estragos en la biodiversidad marina y tienen consecuencias desastrosas. Pero los desafíos del océano no terminan ahí. Profundiza en los 10 principales problemas que afectan a nuestros mares.
1. Plásticos
Cada día, el océano se transforma en una sopa de plástico, cobrándose la vida de cientos de animales marinos. Con el tiempo, estos millones de fragmentos de plástico se infiltrarán en nuestros propios cuerpos. La Gran Mancha de Basura del Pacífico tiene un tamaño que oscila entre 700.000 kilómetros cuadrados (270.000 millas cuadradas) y 15.000.000 de kilómetros cuadrados (5.800.000 millas cuadradas).
2. basura
Los desechos que se dejan en las playas o se desechan en sistemas de aguas continentales, como ríos y arroyos, finalmente desembocan en el océano. La gravedad de la situación se intensifica con los desechos no biodegradables, en particular los plásticos, que se degradan en partículas microplásticas, a menudo consumidas por la vida marina. Los microplásticos procedentes de productos de higiene y limpieza corren la misma suerte. En ciertas regiones oceánicas ya se han materializado islas de basura, una cruda realidad de nuestro impacto en los ambientes marinos.
3. Contaminación
Innumerables fertilizantes y pesticidas empleados en prácticas agrícolas inevitablemente terminan en el océano. Entre estas sustancias, algunas inducen alteraciones irreversibles y letales en las especies, alterando en particular los procesos reproductivos. Además, si son consumidos por humanos, estos químicos pueden provocar complicaciones de salud.
- Agotamiento de los recursos pesqueros
Las investigaciones indican una disminución significativa en las poblaciones de ciertas especies de peces. Por ejemplo, la sobreexplotación del bacalao en aguas canadienses ha llevado a la especie al borde de la extinción. Además, la gestión inadecuada de las actividades pesqueras o el incumplimiento de las reglamentaciones agravan el problema. La ausencia de directrices claras sobre el tamaño y el momento de la captura permite la captura de juveniles o hembras con huevos, lo que perpetúa el problema. La sobrepesca de especies longevas en la cúspide de la cadena alimentaria, como los tiburones y el atún, o especies buscadas para la cocina de lujo y la medicina alternativa, altera el delicado equilibrio de los ecosistemas marinos.
- Prácticas de acuicultura insostenibles
La acuicultura intensiva en ambientes marinos conduce a la proliferación de contaminantes en las aguas oceánicas. La producción de pescado y mariscos a menudo implica el uso de antibióticos y otros productos químicos, algunos de los cuales plantean riesgos para el ecosistema. Este problema es particularmente evidente en aguas asiáticas debido al cultivo intensivo de almejas vietnamitas.
- Ingeniería Marina y Extracción de Petróleo
Las intervenciones humanas, como la construcción, la perforación en aguas profundas y otras actividades de ingeniería marina, provocan alteraciones significativas en los hábitats, perturbaciones y contaminación. Estos factores contribuyen colectivamente a la degradación de los entornos naturales y ponen en peligro la supervivencia de las especies marinas.
- Destrucción del habitát
Ciertos hábitats sirven como refugios cruciales para la reproducción y la biodiversidad. Sin embargo, los bosques marinos se enfrentan a la destrucción debido a diversos factores, incluido el uso de técnicas de pesca agresivas como la pesca de arrastre.
- Acidificación de los océanos y blanqueamiento de corales
El cambio climático tiene consecuencias de gran alcance para los océanos, en particular a través del aumento de los niveles de CO2 atmosférico que alteran el pH de los océanos. Este fenómeno es particularmente pronunciado en las regiones tropicales, donde los ecosistemas marinos sensibles, como los arrecifes de coral, sufren cambios irreversibles debido al blanqueamiento de los corales.
- Niveles elevados de mercurio
El exceso de mercurio plantea graves riesgos para la salud tanto de la vida marina como de los seres humanos. Como contaminante, se acumula en la cadena alimentaria y, en última instancia, afecta a los humanos a través del consumo de pescado. En consecuencia, se necesitan regulaciones para especies de peces como el sable negro y el atún para mitigar los riesgos para la salud.
- Aumento de la temperatura del mar
El aumento de la temperatura del mar desencadena transformaciones significativas en los ecosistemas marinos, lo que tiene graves consecuencias para diversas especies. Esto incluye alterar los patrones migratorios y alterar las cadenas alimentarias. Incluso un modesto aumento de 0,5 °C puede provocar la desaparición de los arrecifes de coral, que sirven como zonas de reproducción y refugio vitales para numerosas especies cruciales para el sustento humano y los medios de vida de las comunidades pesqueras.